La seguridad vial de los niños es absoluta responsabilidad de los padres o tutores

En Argentina mueren más de 7000 personas por año a causa de lesiones producidas en accidentes de tránsito; es la primera causa de muerte entre los 10 y 35 años de edad y los niños están expuestos a estos riesgos debido a imprudencias de los adultos

Los menores de 10 años deben viajar en el asiento trasero de los automóviles. Los niños en edad escolar pueden utilizar elevadores y ser sujetados con el cinturón de seguridad, pero los preescolares y lactantes deben utilizar sistemas de retención infantil (SRI.

Los sistemas de retención infantil son dispositivos diseñados para cumplir la misma función que los cinturones de seguridad en los adultos. Si el niño viaja en brazos de un adulto y sufren un accidente, el adulto –por instinto- extenderá sus brazos. Además, el choque multiplica varias veces el peso del niño, que puede ser despedido del automóvil.

Las sillas instaladas en el sentido contrario a la marcha resultan especialmente eficaces ya que las fuerzas de una desaceleración súbita (choque) se distribuyen en el cuerpo y la cabeza del niño de manera óptima. Los SRI ofrecen un elevado nivel de protección en la prevención de las muertes por tránsito, ya que reducen las defunciones de lactantes en aproximadamente 71%, y las de niños pequeños, en 54%. Igualmente,  aunque vayan bien sujetados, los niños corren un riesgo especial, ante impactos laterales.

Existen distintos modelos de SRI, se diferencian en la edad y el peso que toleran del niño, la protección lateral, el sistema de anclaje al automóvil y calidad de los materiales.

También difieren en la manera de fijarse a los automóviles: puede ser utilizando el cinturón de seguridad o con ganchos superiores e inferiores tipo LATCH o ISOFIX. La silla debe estar equipada con anclaje superior e inferior y sujetar al niño con un mecanismo tipo arnés de 5 puntos. Si quedan espacios entre la silla y el cuerpo, se deben rellenar con almohadillas, mantas, etc.

La sillita se debe colocar idealmente en la parte central del asiento trasero ya que reduce lesiones por choques laterales, anclado por su parte superior e inferior a los ganchos o cinturones de seguridad provistos por el fabricante del automóvil.

Los menores de 2 años deben ir mirando hacia atrás, hasta el peso  o altura máxima que tolere la sillita (especificados en sus etiquetas). Los mayores de 2 años o aquellos que sobrepasan en peso o talla la sillita, deben viajar mirando hacia adelante. Los niños en edad escolar o que sobrepasen el tamaño del SRI, pueden viajar sujetados con el cinturón de seguridad pero se los debe adaptar con un elevador o almohadón para que se ajuste al cuerpo del niño de correctamente.

A la hora de elegir el SRI, se aconseja llevar tanto al niño como al automóvil, para chequear cómo ajusta al niño y de qué manera se fija al automóvil.

Lo ideal sería que se ajuste de la mejor manera al cuerpo del niño y que quede bien sujetado a la butaca del automóvil. Se recomienda utilizar un SRI para menores de 2 años y otro diferente para los mayores, ya que los que cubren mayor franja de edades no se adaptan bien y son menos seguros.

No hay una edad para comenzar a usarlos: al egresar de los sanatorios, hospitales o maternidades los recién nacidos ya deben viajar en un sistema de retención infantil.

Enlaces de interés:

Healthy Children – On the Go

CESVI

Comisión Prevención de Lesiones