El contacto de los niños con la naturaleza incrementa su salud física y psíquica. Es deseable que convivan con ríos y montañas, lagos y mares, plantas y animales; y que conozcan y respeten el medio ambiente rural. Pero también es importante protegerlos de posibles riesgos y enseñarles a evitarlos con algunas normas de cuidado, sin transmitirles excesivos temores.

La mayoría de los accidentes que ocurren en el campo en menores de 18 años suceden a niños que no están realizando tareas específicas. Son niños que viven en el lugar, acompañantes de los adultos, o simplemente espectadores casuales de las tareas rurales. También están expuestos los niños  que con sus familias se encuentran en sitios turísticos o de esparcimiento.

Gravedad

A diferencia de los accidentes domésticos, los accidentes en el campo son menos frecuentes pero mucho más graves. En la mayoría de los casos son causa de internación por heridas graves, y aún de muerte.

Mecanismo

Las lesiones en el medio rural pueden ocurrir en varias circunstancias, pero las más comunes son las siguientes:

  • Maquinarias: tractores, cosechadoras, tolvas, “chimangos”, motoguadañas, motosierras, silos; todas constituyen un peligro potencial. La persona adulta que maneja una máquina no puede a la vez estar prestando atención ni cuidando a un niño.
  • Cosecha: las tareas del campo constituyen un riesgo para los niños
  • Animales: Los niños pequeños pueden recibir patadas de los caballos o ser agredidos por otros animales domésticos. Los niños mayores y adolescentes pueden sufrir caídas o golpes al montar a caballo si no saben hacerlo.
  • Plaguicidas: Son causa de intoxicaciones severas y hasta mortales. Si bien existe una mayor conciencia de la peligrosidad de los agroquímicos para las personas, todavía son causa importante de intoxicaciones. Muchos de estos productos en contactos leves pero reiterados pueden además causar diversos efectos sobre la salud en el mediano o largo plazo. En cada zona, deberá consultarse al pediatra sobre los riesgos de los productos que se utilicen.
  • Agua: Los ríos, piletas, tanques y lagos constituyen sitios de riesgo. Las edades en las que el ahogamiento es más común es en niños pequeños, de 1 a 4 años (que a veces pueden ahogarse en pequeñas cantidades de agua), y en adolescentes. En estos últimos, la causa por lo general es una exposición innecesaria al riesgo, por ser sitios de aguas profundas desconocidas, o por no saber nadar correctamente.

Medidas de prevención

Las tareas rurales y el lugar donde se realizan son un riesgo concreto para los niños pequeños, aun con la presencia de adultos cerca.

Es importante colocar barreras físicas de contención o cercos a estanques, piletones y molinos.

  • No dejar a niños solos cerca de maquinarias
  • Nunca transportar a niños en tractores y cosechadoras
  • Los adolescentes podrán participar de las labores de acuerdo a su madurez y aptitud física, y siempre bajo supervisión
  • Un adulto debe enseñar a los niños a montar a caballo, indicarles los riesgos y recordárselos. Las mascotas deben elegirse adecuadamente, y su manejo debe ser responsable.
  • Nunca permitir a niños pequeños estar cerca de caballos o ganado.
  • No permitir que niños mayores o adolescentes monten a caballo si no saben hacerlo.
  • Debe haber cercos que separen siempre los animales del lugar donde están los niños.

En cuanto a las sustancias tóxicas:

  • Las empresas deben cuidar el correcto envasado y el desecho de recipientes.
  • Los operarios que las manipulan tomar las mayores medidas de precaución.
  • No almacenar plaguicidas en la vivienda.
  • Conservar plaguicidas en su envase original bien cerrado y fuera del alcance de niños.
  • Desechar los envases vacíos en lugares adecuados

Los padres deben recordar que la supervisión estrecha de los niños por parte de un adulto responsable es indispensable, pero no siempre suficiente, y que es necesario además evitar la presencia de los niños en sitios peligrosos.

 

Comité de Prevención de Lesiones