¿Qué es el flujo vaginal?
El  flujo  vaginal  es  la secreción blanco-amarillenta o amarillo-verdosa que se elimina por la vagina hacia el exterior. El flujo vaginal en las niñas, fuera del período de recién nacida y de la pubertad, es siempre anormal. Está favorecido por características propias de la vagina infantil, que  carece  de  estrógenos  y  por lo tanto es propensa a una serie de factores que pueden afectarla. Se puede prevenir o mejorar con medidas de higiene adecuada, que conviene conocer.

¿Es normal el flujo vaginal en las niñas?
Hay  dos  momentos  antes  de  la  adultez  en  que  el  flujo  es  normal. Uno  es  al  nacimiento, se  debe  al  pasaje de hormonas de la madre a la beba durante el embarazo, y generalmente desaparece en una semana a diez días. El  otro se produce al comienzo de los cambios de la pubertad, alrededor de los 10 años; ese flujo es producido por acción  de las hormonas femeninas (estrógenos), es blanco o transparente, y se prolonga durante toda la adolescencia.
Fuera de esos dos momentos, en cualquier otra etapa de la niñez, el flujo no es normal.

¿Es grave que mi hija tenga flujo?
No.  Que  no  sea  normal, no  significa  que  sea  grave. Casi  siempre  se  debe  a  causas  que  pueden  solucionarse fácilmente. Basta con conocerlas para tratar de evitarlas.

¿Puede traerle consecuencias graves, por ejemplo una infección interna?
En  la  inmensa  mayoría  de  los  casos  es  un  proceso que permanece localizado en la vagina y a diferencia de lo que sucede en la mujer adulta, no se propaga a los órganos genitales internos.

¿A qué se debe el flujo?
El  flujo  durante  la  niñez  es  una reacción de la vagina infantil a distintas causas que producen su inflamación. Esta inflamación se llama vulvovaginitis. Las  causas  de  vulvovaginitis  son  varias. A  continuación  enumeramos las más comunes:
1) Mala técnica al higienizarse: Después  de  ir  al  baño, si  la  limpieza  se  hace  de  atrás  para  adelante, se arrastran bacterias de la zona anal hacia la vagina. También el frotar con el papel higiénico fuertemente, puede  irritar  la  zona que se infecta secundariamente.
2) Sustancias irritantes: Si la niña se baña por inmersión, los jabones, espumas para baño  y  el  shampoo  mezclados con el agua, se introducen en la vagina y causan irritación e infección.
3) Parásitos intestinales: Existe un parásito, llamado oxiuro, muy frecuente en los chicos y de fácil contagio, que vive en el intestino, del que sale por el ano,  especialmente  durante la noche, y se introduce en  la vagina  causando dolor, picazón y flujo.
4) Juegos infantiles de exploración del cuerpo y masturbación: Estas  actividades, que son completamente normales durante la niñez, hace que las niñas con sus manitas sucias se lleven a la vagina distintos microbios que provienen de la  piel, de  la  zona  anal, y  de  las  vías aéreas (nariz, boca). En  raras ocasiones  la  persistencia  de  flujo  vaginal  es resultado de  la  permanencia  de  cuerpos extraños autointroducidos por la niña (algodón, papel, pequeños juguetes, etc) por lo que debe esto ser considerado.

¿Qué debo hacer si mi hija tiene flujo?
Lo primero es tratar de evitar los factores de irritación o de infección:
1) Enseñarle  una  buena  técnica  de  higiene: después  de  orinar secarse  siempre  con  papel higiénico sin frotar, y después de defecar frotando suavemente de adelante hacia atrás, utilizando una hoja de papel tras otra, hasta que el papel salga limpio.
2) No  tomar  baños  de  inmersión. Usar  bombachas de algodón. Lavar las mismas con jabón blanco, enjuagar muy bien y planchar. Usar jabón blanco o jabón neutro de  glicerina  sin perfume para la higiene de los genitales.
3) Combatir  los  parásitos  intestinales  para  lo  que  hay  remedios  adecuados  que  su  pediatra  le  indicará. Para diagnosticar los parásitos hay que hacer un análisis de materia fecal especial.
4) Puede  aliviar  la  irritación  haciéndole  baños  de  asiento  con  infusión  de  hojas de malva, que se consiguen en cualquier farmacia.

¿Cuándo debo consultar?
Si  a  pesar  de  todas  estas  medidas  el  flujo  continúa,  o si es verdoso, marrón  o  sanguinolento, debe consultar.
Es  probable  que  en  esos  casos  sea  necesario  hacer  un  análisis  del  flujo, para  detectar si existe algún microbio responsable  del  mismo  que  necesite un tratamiento antibiótico. El tratamiento puede ser indicado por su pediatra.

Si a pesar del tratamiento efectuado por el pediatra el flujo continúa, o si mejora por períodos pero vuelve a aparecer varias veces, su pediatra la derivará para una consulta al ginecólogo/a infantil.

 

Comité Nacional de Endocrinología