¿Qué es la enfermedad renal crónica?
La enfermedad renal crónica es una afección que implica un daño irreversible de  los  riñones.  Los  riñones  dañados  no  pueden  filtrar  la  sangre  lo suficientemente  bien  ni  pueden  hacer  sus  otros  trabajos  tan  bien  como deberían.
La enfermedad renal no se produce de un día para otro. Se  genera lentamente. La  mayoría  de  las  personas  en  los  primeros  estadios  de  la enfermedad no presentan síntomas. Es posible que ni siquiera sepan que  algo  anda mal y que no  existan  alteraciones  evidentes  para  el  paciente, ni  la  familia, ni  para  el pediatra. Pero si se la detecta y se la trata, la enfermedad renal  con  frecuencia puede retrasarse o detenerse.

La enfermedad renal crónica se clasifica en cinco estadios, el primero es el más leve y el último es  el  más  grave  que requiere terapias de reemplazo como la diálisis y/o el trasplante.
Los  riñones  intervienen  en  múltiples  funciones  tales  como  eliminar  los deshechos  y  el  exceso de agua, regular la presión sanguínea, la producción de los glóbulos rojos y el metabolismo del calcio y del fósforo, fundamentales para un adecuado crecimiento y mineralización del hueso.
En algunos  casos  las  primeras  etapas  de  la  enfermedad renal pueden pasar inadvertidas, el  niño  no manifiesta  ninguna  molestia, los  padres no  notarán algo que les llame la atención para consultar.
En algunas ocasiones el único signo  de  enfermedad  renal  es  un retraso en el crecimiento, los niños con enfermedad renal crónica  a  menudo  son más bajos que el resto de sus compañeros de escuela y los padres  notan que la ropa no les queda  nunca  chica  o  corta. Otras  veces  la  palidez, expresión  de  un  cuadro de anemia crónica, puede ser el único signo.
Cuando  la  enfermedad renal avanza aparecen los signos: edema, decaimiento, orinas con espuma y/o con sangre, cansancio, inapetencia, vómitos.
Muchos  niños  son  poliúricos, es  decir orinan más cantidad de lo normal, esto lleva a la necesidad de tomar mucha  agua. Este síntoma suele ser atribuido a la ingesta  exagerada  de  agua, pero  es  debido  a  que los  riñones  pierden  la capacidad  de  concentrar  la  orina, con  riesgo  de  deshidratarse  en  caso  de enfermedades que ocasionen vómitos o diarrea.

¿Puede cualquier niño tener enfermedad renal crónica?
SI
¿Cuáles  son  las  situaciones  de  riesgo  para  que  un  niño  tenga enfermedad renal crónica?
En pediatría la causa  más  frecuente  de  enfermedad renal crónica se debe a la presencia  de  displasia  renal, es  decir  una  anomalía  del  desarrollo del tejido renal que se produce en  la  etapa  prenatal. Esta  anomalía  puede o no estar asociada  a  alteraciones  de  las  vías  urinarias  como:  reflujo vesicoureteral, estenosis  pieloureteral,  megauréter  obstructivo,  ureterocele o uréter ectópico, válvula de uretra posterior, atresia uretral, Síndrome  de Prune Belly, vejiga  neurogénica. Éstas  son  enfermedades  congénitas que en muchos casos pueden ser diagnosticadas en los controles ecográficos prenatales.
La  infección  urinaria  es  una  de  las  formas  de  reconocimiento  de  estas malformaciones   por  eso  el  pediatra  siempre  solicita  una  ecografía renal  y vesical como parte del estudio de estas infecciones.
Los niños con displasia renal asociada o no a malformaciones de la vía urinaria requerirán  controles  con  especialistas como el urólogo y el nefrólogo. La gran mayoría de estos niños  nacen  con  función  renal  normal, las  secuelas renales pueden aparecer años  después  e  instalarse  lentamente,  con  manifestaciones evidentes sólo en  sus  etapas  tardías, todo  esto  independientemente de haber sido solucionada su patología urológica.
Se deberá tener en cuenta los antecedentes  del  paciente que puedan asociarse con  deterioro  de  la  función  renal. Se  debe  indagar  sobre  antecedentes familiares de enfermedades renales hereditarias, como  la poliquistosis renal, la enfermedad de Alport, ya que  la mayoría cursan  en  forma  asintomática  en los primeros años.
Otras  situaciones  pueden  ser  potencialmente  de  riesgo. Por  ejemplo  los prematuros, los  RN  de  bajo  peso, los monorrenos ya sea por agenesia renal o por  nefrectomía  son  pacientes  con  menor  masa  de  nefronas y  por  lo tanto mayor riesgo de deteriorar la función frente a una adversidad.
El  antecedente  de  haber  padecido  enfermedades  sistémicas con compromiso renal como enfermedad de Schonlein-Henoch, lupus eritematoso sistémico,  síndrome  urémico  hemolítico (SUH)  u  otras  también  es de relevancia. La obesidad y la diabetes son  enfermedades  extrarrenales  que también pueden ocasionar enfermedad renal crónica a largo plazo.
Los pacientes  con  malformaciones  congénitas  del riñón y las vías urinarias y aquellos  que  padecieron  un  SUH  constituyen  las  causas  más  frecuente  de insuficiencia renal crónica en pediatría, cuando estos niños tienen un adecuado seguimiento  nefrológico  durante  toda  la  infancia  atentos  a  la  aparición  de probables secuelas, se puede evitar el progreso a etapas de mayor gravedad con requerimiento de diálisis y trasplante y, en los casos en que  esto  no es posible, se puede retrasar su avance y prevenir sus complicaciones en el crecimiento y desarrollo del niño.

¿Cómo se puede hacer el diagnóstico temprano de enfermedad renal?

El  control  pediátrico  del  peso, talla  y  presión  arterial  es fundamental. Todo paciente con antecedente personal y/o familiar de relevancia  debería derivarse al especialista. Una  evaluación  nefrológica  completa  incluye laboratorio  en sangre y orina y ecografía renal y de las vías urinarias.
La ecografía renal y de las vías urinarias junto con el análisis de orina completa y control de presión arterial son las herramientas más útiles para el diagnóstico precoz de enfermedad renal.
Un punto para destacar es que se puede tener función renal normal, análisis de sangre con valores normales de urea y creatinina, y presentar al mismo tiempo serias  anormalidades  en  el  estudio  de  orina; por  eso  es  tan  importante  el examen de orina completa.  Tener  una  pequeña  cantidad  de  proteínas  en  la orina  puede  significar  que  los  riñones  no  están filtrando  la  sangre  lo suficientemente bien  y  puede  ser  un  signo  de  enfermedad  renal  temprana
Los niños identificados con daño renal y alteraciones en los exámenes de orina y/o de sangre deben ser derivados para una consulta nefrológica.
Para prevenir enfermedad  renal  debe mantener una dieta saludable, completa y equilibrada, sin exceso de sal  y  tener  actividad  física  regularmente  para no ingresar en la adolescencia  o  adultez  al  grupo  de  riesgo  más  importante  de tener  enfermedad  renal  que  es  la  obesidad, diabetes  mellitus e hipertensión arterial, responsables del 60% de la población adulta en diálisis.