¿Qué es la Hepatitis A?

La Hepatitis A es una enfermedad viral, altamente contagiosa, que afecta al hígado. El virus de la Hepatitis A puede infectar a cualquier persona, produciendo diferentes grados de enfermedad según la edad de cada uno.

El virus de la Hepatitis A se encuentra en la materia fecal de las personas infectadas con este virus. Es muy resistente, tanto al frío como al calor, y puede sobrevivir hasta un año en el agua. El virus se disemina fácilmente en áreas donde hay poco saneamiento ambiental o escasa higiene personal.

¿Cómo se transmite?

La vía de transmisión más importante es la fecal – oral, a través del contacto con una persona que tiene la infección, ya sea por el contacto directo o consumiendo alimentos:

  • Frutas, vegetales u otra comida que pueda ser contaminada durante su manipulación
  • Mariscos crudos que han sido cosechados en aguas residuales
  • Agua o hielo contaminado

El contacto casual, como en una oficina o fábrica no es una fuente de infección importante, pero sí entre los miembros de una familia, en las guarderías, escuelas y entre parejas sexuales.

¿Quiénes tienen mayor probabilidad de contagiarse con Hepatitis A?

  • Niños y jóvenes que viven en la misma casa.
  • Niños y empleados en guarderías, especialmente en las salas que usan pañales.
  • Parejas sexuales.
  • Personas que usan drogas.
  • Viajeros a países donde la Hepatitis A es común.

El contagio comienza una semana antes de los síntomas y se prolonga de una a dos semanas más.

¿Cuáles son los síntomas de la Hepatitis A?

La mayoría de los niños menores de 6 años presentan síntomas inespecíficos, ya sean gastrointestinales o gripales, cursan la infección, diseminan el virus y son la principal fuente de infección para las personas susceptibles.

Los niños mayores presentan síntomas como:

  • Coloración amarilla en piel y en las conjuntivas de los ojos
  • Orina oscura
  • Náuseas y vómitos
  • Cansancio
  • Fiebre
  • Pérdida de apetito
  • Dolor abdominal

Ante la presencia de estos síntomas recomendamos la consulta a un centro médico.

Estos síntomas pueden durar aproximadamente hasta 30 días, pero esto puede variar.

No produce infección crónica y, en muy escasa proporción, puede desarrollar una forma mortal.

Toda persona que tuvo Hepatitis A queda inmune para toda la vida, o sea que no se infectará más con este virus.

¿Cómo se puede prevenir?

Tomando las siguientes medidas:

  • Lavarse las manos después de usar el baño, de cambiar un pañal, o antes de preparar la comida o comer.
  • Utilizar lavandina.
  • No manipular alimentos durante el período de contagio.
  • Aplicar la vacuna para la Hepatitis A, que se indica a partir del año de vida, ya que antes los niños están protegidos por los anticuerpos maternos.
  • Se puede usar Inmunoglobulina, pero la protección es solo dentro de las dos semanas siguientes a la exposición al virus. Desde que se dispone de una vacuna para la Hepatitis A segura, de alta y prolongada protección, el uso de la Inmunoglobulina ha disminuido.

 

La vacuna de la Hepatitis A

La vacuna es gratuita y de una sola dosis, y se encuentra incluida dentro del Calendario Nacional de Vacunación.

Hasta la fecha se está efectuando un seguimiento estricto de la población vacunada, con una alta cobertura, más del 93% en todo el país, y con alta  persistencia de anticuerpos protectores para la Hepatitis A.

Otros grupos que deben aplicarse la vacuna son:

  • Personal y niños de jardines maternales.
  • Personal de las fuerzas armadas.
  • Personas sexualmente activas.
  • Personas institucionalizadas: empleados, residentes.
  • Trabajadores de la salud.
  • Pacientes con enfermedad hepática crónica.
  • Hemofílicos.
  • Personas VIH-positivas.
  • Trabajadores de la alimentación.
  • Trabajadores de sistemas cloacales.
  • Personal de limpieza de servicios sanitarios de instituciones de salud y educación.
  • Huéspedes inmuno-comprometidos
  • Viajeros a áreas endémicas

La vacunación universal para la Hepatitis A es una estrategia que no sólo logra la protección individual, sino también la reducción de la circulación del virus, induciendo inmunidad en la población general y erradicando completamente la infección.

Es importante continuar con la difusión de las medidas de higiene personal, como así también las de saneamiento ambiental: potabilización del agua y tratamiento adecuado de excretas.

Comité de Hepatología