¿Cómo descienden normalmente los testículos?

Los testículos son órganos sexuales masculinos que producen espermatozoides y hormonas sexuales masculinas. En la etapa fetal se sitúan dentro del abdomen, debajo de los riñones en desarrollo. Cuando el feto crece en el vientre materno, los testículos van descendiendo hacia la ingle, llegando al escroto alrededor del noveno mes. Esto explica la gran frecuencia de testículos no descendidos en prematuros.

¿Cuándo un testículo no desciende?

Por muchas razones hormonales y/o mecánicas los testículos de algunos niños en uno o ambos lados no descienden normalmente al escroto. Esto lleva a la ausencia de uno o ambos testículos en escroto.

Los testículos ausentes pueden estar en cualquier lugar a lo largo del trayecto habitual de descenso entre el riñón y el escroto o pueden estar perdidos fuera de ese trayecto.

La mayoría de las veces es un solo testículo el afectado.

Control médico:

El médico hará el examen físico del niño. Puede que detecte un testículo no descendido al nacimiento. Con mayor frecuencia se detectan cuando el bebe tiene unos pocos meses. En los meses siguientes, su pediatra deberá controlar si los testículos descienden espontáneamente. Cuanto más cerca del escroto estén, más posibilidades habrá de que desciendan solos. Si no lo hacen se requerirá tratamiento para ubicarlos en escroto.

Si descienden espontáneamente durante el primer año de vida sin tratamiento, igual hay que controlarlos hasta la pubertad, porque el 40 % de los testículos no descendidos que bajan espontáneamente pueden volver a ascender, pudiendo requerir tratamiento quirúrgico a los 5-10 años de edad.

¿Cómo localizar el testículo no descendido?

El examen físico realizado por el médico es suficiente para el diagnóstico. No es necesario efectuar otros estudios, como una ecografía.

¿Por qué el tratamiento es necesario?

El médico acordará con los padres el mejor momento para el tratamiento.

Si un testículo permanece fuera del escroto antes de la pubertad, puede producir menos espermatozoides. Los testículos no descendidos tienen 4-5 veces más riesgo de presentar cáncer en la vida adulta. Este riesgo es mayor en los pacientes con testículos no descendidos en ambos lados.

¿Cómo se tratan?

  • Todos los testículos no descendidos no palpables (los testículos que estén en el abdomen o en el canal inguinal pero en una posición muy alta por lo que no puedan ser encontrados durante el examen médico) requieren cirugía para su reubicación en el escroto.
  • El testículo palpable pero en una posición atípica (fuera del trayecto de descenso habitual) siempre requiere tratamiento quirúrgico para ubicarlo dentro del escroto y fijarlo allí.
  • En el caso de los testículos no descendidos palpables (aquellos testículos que puedan ser encontrados por el médico en el canal inguinal o a la entrada del escroto) dependiendo de su ubicación con respecto al escroto, podrían ser pasibles de tratamiento hormonal, y si no responden al mismo, el tratamiento será quirúrgico.
  • En el caso de estar asociado con una hernia en la pared entre el abdomen y la ingle (esto ocurre en un 60-70% de los casos), debe tratarse mediante la cirugía para evitar futuros problemas.

Recomendaciones:

  1. Su hijo recién nacido debe ser evaluado por el neonatólogo para definir si los testículos están ó no presentes en el escroto
  2. Si tiene los testículos no descendidos de uno o ambos lados, asociado o no a otros trastornos del desarrollo sexual, debe ser evaluado en forma temprana tanto anatómica como funcionalmente por un médico endocrinólogo infantil.
  3. El mismo irá controlando al niño pudiendo esperar hasta por lo menos los 12 meses de edad considerando la posibilidad de que el testículo se ubique espontáneamente en el escroto
  4. En algunos casos cuidadosamente seleccionados por el endocrinólogo infantil, puede utilizarse como tratamiento inicial el tratamiento hormonal.
  5. Los niños que no presenten la indicación de tratamiento hormonal serán derivados por el endocrinólogo al cirujano o urólogo pediatra entrenado, preferentemente antes de los 2 años de edad.

Es recomendable que el endocrinólogo infantil siga el control de su hijo hasta la pubertad, controlando el crecimiento de los testículos y su función hormonal.

Comité de Endocrinología