El hogar es el mejor ámbito de juego para los niños; siempre y cuando estén bajo nuestra supervisión. Dentro de las consultas toxicológicas, más de la mitad son pediátricas. Además, la gran mayoría de las intoxicaciones ocurren en edades donde los niños son más vulnerables e incapaces de tomar conciencia de los peligros.
Lo que ocurre es que encuentran en la casa toda clase de materiales atractivos de apariencia vistosa y acaban ingiriendo medicamentos, líquidos limpiadores, plantas y hongos que encuentran en el jardín, venenos para ratas, insecticidas, etc. Además, pueden tomar contacto con contaminantes ambientales como el mercurio de los termómetros rotos, o intoxicarse debido a la exposición a pinturas, cerámicas y metales que pueden ser producto de la actividad laboral de los padres.
Consejos para prevenir las intoxicaciones:
- No deje los medicamentos al alcance de los niños, deben estar en un lugar inaccesible y fuera de la vista.
- Evite tomar remedios frente a ellos -salvo que sea necesario- para evitar la imitación.
- Sepa qué medicaciones hay en su hogar y tenga noción de las cantidades que se encuentran en los contenedores.
- No utilice medicamentos sin prescripción médica.
- No use envases de gaseosas o de productos comestibles para almacenar limpiadores o insecticidas.
- Los productos de limpieza deben estar fuera del alcance de los niños.
- Respete las normas de seguridad al utilizar raticidas u otros plaguicidas, y no los utilice si hay niños presentes.
Medicamentos de venta libre:
Son medicamentos que pueden adquirirse sin receta médica en farmacias, supermercados y otros. La mayoría de estos productos son analgésicos, antiinflamatorios, descongestivos, antitusivos, antiespasmódicos, antiácidos, suplementos dietarios y vitamínicos, reemplazos nicotínicos, inductores del sueño, laxantes.
El ser de venta libre no les quita peligrosidad: los consejos de amigos, familiares o empleados de comercios dedicados a la venta de estos productos no reemplazan la consulta médica.
No importa la forma de presentación (ungüentos, cremas, comprimidos, cápsulas, gotas, parches, caramelos, chicles y jarabes) el principio activo (droga) es lo que marca el efecto, y debe tenerse en cuenta la edad y el peso para determinar la dosis. Incluso no todas las medicaciones son compatibles entre sí.
Todos ellos tienen indicaciones específicas así como contraindicaciones y no todas las personas están en condiciones de consumirlos .El hecho de que un producto sea de origen natural no le quita las características antes mencionadas.
Hasta los productos naturales utilizados por milenios tienen sus indicaciones y contraindicaciones y no hay que abusar de ellos.
Una mención especial merecen las bebidas energizantes que poseen alto contenido de cafeína, ginseng, guaraná y otros estimulantes. La publicidad los muestra como aumentadores del rendimiento físico y mental y esto no es cierto: el aumento momentáneo de la vigilia no va de la mano del aumento de la concentración ni del rendimiento de ningún área.
Debe advertirse a los niños y adolescentes y a sus padres de los riesgos del consumo elevado de cafeína y otros estimulantes desde edades tempranas.
¿Qué hacer en caso de haber ingerido un medicamento o sustancia?
- No provoque el vómito, salvo indicación del médico.
- No le dé agua, leche ni le ofrezca pan u otras comidas ya que dificultan las medidas de desintoxicación y pueden favorecer la absorción.
- Si encuentra al niño con algún producto de limpieza volcado sobre su ropa retire la misma y lave la piel con abundante agua.
Consulte en todos los casos al médico y lleve el producto involucrado. Él se contactará con el toxicólogo para determinar las medidas a seguir.
Recuerde que el mejor antídoto para los tóxicos es la prevención.
La solución mágica:
El hecho de recurrir siempre a una medicación en lugar de acompañar ó contener desde el lugar de adultos deja un mensaje equivocado: la solución está afuera y necesito el jarabe para calmarme, para dormir, para trabajar o para divertirme. Lo cual está exponiendo al adolescente a importantes factores de riesgo en un presente y futuro no muy lejano donde de lo que se trata es consumir para pertenecer.
Enseñemos a nuestros niños y jóvenes con el ejemplo: para resistir más hay que descansar y para divertirse, nada mejor que la buena compañía. No hace falta nada más.
Recordemos que los medicamentos deben ser indicados por profesionales, que ningún suplemento reemplaza a una buena dieta y que la diversión no va de la mano de ningún consumo.
Nuestros niños nos escuchan, pero también nos ven. Eduquemos con el ejemplo.
Debemos trabajar para la prevención desde la niñez reforzando la capacidad de espera, la tolerancia a la frustración, el saber decir no, el pertenecer a su grupo de pares reforzando habilidades. No es de la droga de lo que debemos hablar, la droga es el velo que cubre las causas determinantes.