La educación familiar es muy importante para prevenir accidentes y lesiones en el primer año de vida de los chicos. Durante este período las familias tienen contactos más frecuentes con el pediatra y con el sistema de salud en general. La mayor cantidad de accidentes ocurren entre los 15 y 17 meses de vida, por lo que es importante recibir consejos y preguntar todas las dudas a nuestro pediatra.
Es fundamental que desde los primeros días de vida, e incluso antes del nacimiento, se conozcan medidas de prevención que luego pueden seguir utilizándose durante toda la infancia y adolescencia de nuestros hijos.
Muchas veces los padres desconocen las etapas del desarrollo infantil y, en consecuencia, subestiman los riesgos o sobrestiman sus capacidades para reaccionar y defenderse.
¿Cuáles son las etapas de desarrollo de un bebé?
En los primeros meses los bebés son totalmente dependientes de los adultos. La función respiratoria y los reflejos protectores son todavía inmaduros.
A los 4 meses de vida comienzan a rolar, darse vuelta sobre sí mismos. Luego comienza con movimientos descoordinados y bruscos.
A partir de los 6 meses coordinan mejor sus movimientos, comienzan a gatear y aprenden a caminar. Se llevan objetos y alimentos a la boca, y pueden atragantarse con objetos pequeños. Son inquietos y movedizos, y día a día van aumentando la curiosidad por el entorno. No conocen el peligro, por eso siempre el papá, la mamá o cualquier adulto responsable tiene que supervisar todas sus actividades, sus juegos y juguetes.
¿Cuáles son las principales lesiones que pueden ocurrir en este período?
- Caídas: desde cambiadores o camas, bebesit, desde la cuna, escaleras. Caídas y golpes por el uso de andadores, cuya utilización se desaconseja.
- Quemaduras: especialmente con líquidos calientes, manipulados por la persona que tiene a cargo el cuidado del bebé. Cuando comienza a gatear o deambular, muchas veces antes del año, debemos cuidar las estufas, calefactores, puertas de hornos.
- Intoxicaciones: por medicamentos (automedicación, indicación inadecuada, dosis inadecuada), por monóxido de carbono sobre todo en meses de otoño e invierno.
- Accidentes de tránsito: al ser transportados en automóviles y otros vehículos (transporte público, bicicletas, motocicletas, bicimotos, etcétera).
- Muerte súbita: en los más pequeños por aspiración, atragantamiento y asfixia.
- Aplastamiento: por objetos pesados, aplastamiento o heridas en dedos por cochecitos, sillitas, andadores, etc.
Para aprender a prevenir y accionar ante los accidentes, las familias cuentan con todo el apoyo del pediatra y el equipo de salud infantil para acompañarlos.