¿Cuál es la diferencia entre el crecimiento y el desarrollo de un niño?
Crecimiento es el aumento de tamaño y Desarrollo son los cambios con los que el niño aprende progresivamente a moverse, a pensar, a incorporar el lenguaje, sus sentimientos y su relación con los otros.
¿Qué factores influyen en el crecimiento y desarrollo de un niño?
Son muchos los factores que influyen para proteger o para perjudicar tanto al crecimiento como al desarrollo de un chico: factores genéticos, herencia, distintas enfermedades, el ambiente en el que convive, la alimentación, la higiene, etc.
¿Cómo se debe controlar el crecimiento y desarrollo del chico?
El pediatra es quien supervisa el crecimiento y desarrollo del chico todos los meses durante los primeros 6 meses de vida y, cada 2 meses hasta el año de vida. En estas consultas, el pediatra analiza el crecimiento y desarrollo de acuerdo a su peso, altura y perímetro cefálico.
En el menor de 2 años los factores que influyen en el peso dependen sobre todo de lo que pasó durante la gestación de ese bebé. No todos los niños crecen iguales. Algunos son más altos y más pesados y otros menos, pero todos son normales. En aquellos que por alguna causa aumentan menos de peso mensualmente, el pediatra les explicará o tomará algunas medidas como por ejemplo hablar sobre alimentación o realizarle algunos estudios según corresponda.
Es importante tener en cuenta también el peso elevado. La obesidad es uno de los problemas de salud que está creciendo en forma preocupante en el mundo y nuestra sociedad participa de esta situación, que provoca trastornos metabólicos y afecta la calidad de vida en los chicos y también compromete seriamente su futuro.
¿Cuán importante es la alimentación en el primer año de vida?
Una alimentación saludable es un derecho: garantiza la vida, cumple una función importante en la socialización y en la construcción de significados sobre ésta y el mundo. Una nutrición adecuada en los primeros años de vida es fundamental para un correcto crecimiento y desarrollo.
La lactancia materna exclusiva está recomendada en todos los niños durante los primeros 6 meses de vida. A partir de los seis meses y hasta los 2 años de vida, recomendamos la lactancia junto con una apropiada introducción de alimentos complementarios.
A partir de los 6 meses hay que incorporar alimentos sólidos teniendo en cuenta que debe asegurase la preparación y el almacenamiento seguro de estos. La textura, el sabor y el olor de las preparaciones son claves para que le chico los acepte mejor; debe aumentarse la consistencia en forma gradual, según la tolerancia del niño. Es importante tomarse el tiempo suficiente para darles de comer bien, con tranquilidad, hay niños en los cuales es más difícil esta incorporación y se necesita más paciencia para ello. En estos meses comienzan a incorporase en el almuerzo, verduras y frutas maduras: papa, calabaza, batata, zanahoria y manzana, banana, pera, sin azúcar. También incorporamos aceite, carne sin grasa de vaca, de pollo y conejo.
Entre los 7 y 8 meses incorporamos la cena junto con cereales y sus derivados: sémola, fideos, arroz, polenta, maíz, avena, fécula. También verduras y otras frutas como: zapallitos, acelga, palta, y durazno, damasco y melón. Además, quesos tipo cremoso o ricota. Papillas de legumbres: arvejas, lentejas, porotos, y garbanzos (bien cocidos, sin piel, pisadas y coladas) pan, galletas tipo vainilla. Yogurt entero sólo o con cereales o frutas.
Entre 9 a 12 meses: agregamos huevo entero con más de 10 minutos de cocción para preparar budines, flanes, tortillas, soufflés, NO frito, NO crudo. Salsa blanca y queso rallado. Dulce de batata o membrillo.
La aceptación de los alimentos se desarrolla y cambia durante los primeros años de vida de nuestros hijos. Hacerles probar alimentos repetidamente es fundamental para determinar si una comida será aceptada o rechazada en el futuro. A los chicos les gusta tocar los alimentos con las manos, tirarlos y mirarlos caer, y es común que rechacen los nuevos alimentos, que no conocen (neofobia).