No es fácil encontrar opciones de comidas que resulten agradables para los niños, sean sanas y fáciles de llevar a la escuela. Un verdadero desafío es incorporar este concepto básico de alimentación adecuada en las escuelas, sobre todo cuando hay kioscos dentro de las mismas.
Es preciso comenzar en el seno de las familias para que ya en los jardines de infantes se trabaje el tema con toda la comunidad educativa con el objetivo de introducir estos conceptos.
¿Qué pueden llevar los niños a la escuela?
- Frutas bien lavadas: peras-bananas-manzanas
- Pan, galletitas saladas o dulces.
- Cereales
Cuando la escuela dispone de heladera para mantener la cadena de frío sin interrupciones podría también ser llevados: Yogurt, quesos, carnes bien cocidas en variadas formas, milanesas, pastel de carne, lonjas de carne cocida al horno, legumbres cocidas.
Bebidas
La sed se calma con agua, es importante insistir en el agua como la mejor bebida y evitar las bebidas saborizadas o gaseosas que producen saciedad y disminuyen el apetito.
Qué debe evitarse
- Alimentos muy salados como papas fritas, palitos, maicitos.
- Salchichas o hamburguesas: Las hamburguesas permitidas serán las preparadas y mezcladas enteramente en las casas, deben ser muy finas para facilitar la cocción del interior y muy cocidas de ambos lados.
- Alimentos húmedos (fiambre, ensaladas), por rápida contaminación si no hay heladera.
- Gaseosas.
- Golosinas en general: Si el niño come en los recreos golosinas y/o gaseosas es posible que disminuya su apetito en el almuerzo o merienda.
Premisas
- Lavarse muy bien las manos antes de ingerir o manipular alimentos.
- No tomar agua directamente de las canillas de los baños o bebederos.
- No llevar comidas preparadas varios días antes.
- Cepillarse los dientes después de comer.