La lactancia materna es la forma natural de alimentar a los bebés y es importante para el crecimiento y desarrollo saludables. La leche humana es específica para la especie, producida por una madre para su bebé. Es un tejido vivo ya que contiene células vivas, algunas de ellas, los macrófagos, ayudan a controlar las infecciones destruyendo bacterias patógenas. Tiene ventajas inmunológicas, ya que la leche materna contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra muchas enfermedades infantiles comunes ya que la madre es capaz de formar anticuerpos contra todos los microorganismos a los que ha estado expuesta y estos pasan a la leche protegiendo al bebe, es por eso que decimos que la leche humana es una vacuna.
Favorece además la maduración del aparato gastrointestinal y la flora intestinal normal con bacterias buenas, llamadas saprófitas, que previenen el desarrollo de infecciones, brinda protección también para infecciones respiratorias como bronquiolitis y neumonías, otitis, y disminuye el riesgo de padecer asma o alergias.
Tiene un alto valor nutricional, entre sus componentes se encuentran los ácidos grasos esenciales, que favorecen el desarrollo cerebral, del sistema nervioso central y la retina, brindando un mayor coeficiente intelectual.
Es fundamental para la adaptación del ser humano a la vida extrauterina, y por ello es considerada como una “placenta externa”.
Además es segura y limpia, siempre a la temperatura adecuada y está siempre disponible. Es una sustancia dinámica, ya que la composición cambia desde el principio hasta el final de la toma y de acuerdo con la edad y las necesidades del bebé.
De hecho, no existe un sustituto de la leche materna y la industria y los laboratorios no pueden igualarla.
Hoy conocemos el gran impacto de la nutrición temprana en la vida futura, y dentro de la nutrición temprana la lactancia materna tiene gran relevancia. Son importantes los efectos moduladores de la leche humana para generar respuestas inmunes, metabólicas, efectos sobre el metabolismo de las grasas y el neurodesarrollo. La leche humana como parte importante del ambiente al que el niño está expuesto tiene efectos sobre la salud y la enfermedad a largo plazo.